La cultura de Múnich está marcada por mujeres extraordinarias. En el Otoño cultural presentamos a algunas de ellas. En esta ocasión, es el turno de Birgit Stempfle. La guía turística oficial de la ciudad, nos explica las historias más interesantes que se esconden detrás de los lugares más conocidos de Múnich, marcados por las mujeres en el pasado.
"Es la mujer en la que primero piensan muchos turistas al escuchar la palabra Múnich: la Bavaria. Madre oficial de Baviera y monumento nacional. Pero todos los que alguna vez han estado en la Oktoberfest, la conocen principalmente como la mujer que mide más de 18 metros, que corona el Theresienwiese (Prado de Teresa) y sobre cuyos pies algunos visitantes del Wiesn descansan o intentan ligar con alguien a quien acaban de conocer.
El origen de la estatua también se debe a una historia de amor complicada: el diseño real de Bavaria lo realizó Leo Klenze, el arquitecto oficial de la corte del rey Ludwig I de Baviera, aunque fue materializada por el escultor Ludwig von Schwanthaler. Su idea era muy diferente a la clásica de Klenze, quien había esbozado una especie de atenea de la acrópolis.
La imagen de Schwanthaler era más realista: en esa época estaba infelizmente enamorado de una mujer llamada Cornelia, y se inspiró en su apariencia. El problema era que Cornelia no solo estaba casada, sino que su marido era además el cliente de Schwanthaler. Se dice que la idolatrada se desmayó en la ceremonia de inauguración al ver su imagen sobredimensionada".
"Es evidente que la Frauenkirche está directamente relacionada con las mujeres. El nombre oficial del edificio es "Der Dom zu Unserer Lieben Frau" (La catedral de nuestra señora ), como es natural, en honor a la Virgen María. No obstante, cada vez que la miro pienso en otra historia de mujeres. En una trágica. El 14 de enero de 1785, la joven muniquesa Fanny von Ickstatt se tiró al vacío de la torre norte.
Tras el suceso, en su mesita de noche encontraron el libro "La pasión del joven Werther" de Goethe. En ese momento, la obra tenía ya casi diez años, pero seguía apasionando su lectura y, por desgracia, se imitaba frecuentemente a su protagonista. María Franzisca Magdalena Freiin von Ickstatt, quien entonces tenía 17 años, también sufría mal de amores. Soñaba con un futuro junto al teniente Franz von Vincenti. Desgraciadamente, la madre de Fanny pensaba que el teniente no era los suficientemente bueno para su hija, y prohibió su matrimonio.
Incluso el propio Goethe visitó el lugar de los hechos el 6 de septiembre de 1786 cuando pernoctó en Múnich de camino a Italia.
No obstante, como Franz continuaba frecuentando la casa de la familia, se extendieron los rumores de que, aunque oficialmente pidió la mano de la hija, en realidad compartía cama con la madre. Se desconoce si Fanny conocía dichas habladurías. Solo sabemos que, tras la ausencia de su amado en uno de sus encuentros, se subió con algún pretexto a la torre norte y se tiró al vacío.
La muerte conmocionó a los muniqueses durante meses. Incluso el propio Goethe visitó el lugar de los hechos el 6 de septiembre de 1786 cuando pernoctó en Múnich de camino a Italia".
"Para mi es el edificio más hermoso de Múnich: Amalienburg en el Schlosspark Nymphenburg (castillo). El príncipe elector Carlos Alberto I lo construyó entre 1734 y 1739 para su mujer, María Amelia. El pabellón de caza se diseñó con un estilo Rococó y es uno de los pocos castillos que cuenta con estuco plateado. Este es justo el elemento que le aporta una feminidad especial: el plateado se consideraba el color de la luna, que habitualmente se asocia a la mujer. Al contrario que el hombre, que suele asociarse al sol.
La Electricista Maria Amalie vino de la dinastía de los Habsburgo y fue una mujer extraordinaria: una cazadora apasionada - incluso en su propia boda disparó a varios jabalíes, ciervos y faisanes.
Por tanto, el estuco plateado representa a las mujeres en general, en particular a la princesa electora María Amelia, que le da nombre. Procedía de la familia de los Austrias y era una mujer extraordinaria: una apasionada cazadora que, incluso en su boda, cazó varios jabalíes, corzos y faisanes.
Además, le encantaban los perros y ordenó construir una cámara propia para los perros en el castillo. No olvidemos que en esa época, normalmente se obligaba a los perros a permanecer fuera del castillo. Amalienburg fue construido por el arquitecto oficial de la corte Francois Cuvillies, y es en la actualidad patrimonio universal de la UNESCO. Los elementos decorativos del castillo giran en torno a la caza y la comida. Se dice que la princesa electora incluso cocinaba en la pomposa cocina. Confiemos en que era capaz".
"Aunque lo he visitado muchas veces, siempre se me pone la piel de gallina cuando entro en el patio de la universidad Ludwig-Maximilians-Universität. Allí reina una atmósfera especial. Se debe a la luz cálida que baña desde la cúpula la amplia sala, los arcos luminosos y las majestuosas escalinatas. También ayudan las rosas blancas que todavía hoy decoran la lápida. Recuerdan a Sophie Scholl, la única mujer que pertenecía al núcleo interno del grupo de resistencia "Die weiße Rose" (La rosa blanca).
Incluso durante el interrogatorio, Sophie Scholl no se desvió de sus puntos de vista. Ella dijo, "Todavía creo que hice lo mejor que pude por mi gente en este momento".
En 1942 llegó a la LMU para estudiar biología y filosofía. En el año 1943, con su hermano Hans y otros compañeros, repartió por primera vez panfletos que llamaban a la rebelión ante los crímenes del Nacional Socialismo y que denunciaban la pasividad de los alemanes. El grupo dejaba los panfletos en las cabinas telefónicas y los coches aparcados y los distribuía en otras ciudades a través de los compañeros de estudios. El 18 de febrero 1943, Sophie y su hermano fueron arrestados en el patio de luces de la universidad.
El corte del pueblo de Múnich lo condenó a muerte. La joven ni si quiera renunció a sus ideales durante el interrogatorio. Declaró: "Sigo creyendo que he hecho lo mejor para mi pueblo". A la luz del debate actual sobre los orígenes, la religión y la diversidad, el patio de luces, como lugar de recuerdo de Sophie y sus compañeros, está más vigente que nunca.
"La Theatinerkirche (iglesia) en Odeonsplatz (plaza) no solo tiene un aspecto exterior marcadamente italiano, sino que, durante mucho tiempo, albergó a los monjes de la orden de los Teatinos. Desde hace algunas décadas, viven en el complejo de al lado de la iglesia. La iglesia tiene, en cierto modo, un carácter masculino, pero debemos agradecer su construcción a una mujer.
Se trata de la princesa Henriette Adelheid de Saboya de Italia. Ya en 1650, a la edad de 14 años, contrajo matrimonio con el príncipe elector Fernando María. Se casó por poderes, es decir con un representante, algo usual en aquel entonces. Conoció a su marido real dos años más tarde, cuando se mudó a Múnich. Sus súbditos tuvieron que esperar algunos años hasta el nacimiento del heredero de la corona.
Se usó como modelo la Basílica de Sant'Andrea della Valle de Roma, aunque la fachada fue diseñada 100 años después por François de Cuvilliés con estilo Rococó.
En 1659 hizo la promesa de construir la iglesia más hermosa y valiosa si Dios le concedía un heredero. Pocos años después dio a luz a su primera hija. En 1662 le siguió el heredero del trono, Maximiliano II. El diseño de la Iglesia de los Teatinos se encargó a Emanuel y al italiano Agostino Barelli. Se usó como modelo la Basílica de Sant'Andrea della Valle de Roma, aunque la fachada fue diseñada 100 años después por François de Cuvilliés con estilo Rococó.
Henriette Adelheid de Saboya no logró ver la iglesia acabada a finales del siglo XVII. Su cuerpo yace en Fürstengruft. Pero su corazón y los intestinos se conservan en la iglesia en una vasija de peltre".
"En Múnich hay numerosas estatuas en recuerdo de mujeres, pero mi preferida, es la de la actriz y humorista Bally Prell, en la fuente a la Münchner Freiheit (plaza). Cuando la miro, no puedo más que sonreír y pensar en mi tía que, en las celebraciones familiares de mi niñez, siempre representaba el papel de "Reina de la belleza de Schneitzlreuth", papel estelar de Bally Prell. Agnes Paula Prell nació en Schwabing en 1922 en el seno de una familia de músicos.
Su padre, Ludwig Prell, era compositor y cantante, su hermano, Ferdinand, un excelente músico que murió con tan solo 20 años de una neumonía. Bally también era una cantante de gran talento: tenía una voz de tenor suave y ya de niña conquistaba al público de Múnich. El problema es que a Bally le encantaba la ópera pero casi no había papeles para tenores femeninas. De joven comenzó a engordar a causa de una enfermedad glandular y no la elegían por motivos estéticos.
Cuando la miro, no puedo más que sonreír y pensar en mi tía que, en las celebraciones familiares de mi niñez, siempre representaba el papel de "Reina de la belleza de Schneitzlreuth".
Por eso, su padre le escribió un papel a su medida en su 31 cumpleaños: la reina de la belleza de Schneitzelreuth. La folclórica pieza consistía en una parodia grotesca de los concursos de belleza de los años cincuenta, desde el punto de vista más provinciano. Bally Prell preguntaba al público constantemente "¿A caso no soy guapa?. Y la gente la amaba por ello.
La estatua descansa hoy en la casa familiar de Bally Prell en la Leopoldstrasse 77. El escultor Wolfgang Sand diseñó la figura de bronce, que capta todas las miradas. El agua pasa por los pies de la estatua hasta un estanque, que mantiene la acera siempre mojada. Algo que adoran los niños y los animales. Estoy segura de que a Bally Prell le habría divertido también".
