Astrid Neubert vive desde hace más de veinte años a solo dos puentes del río Isar de distancia del Schlachthof. Vive a diario, y no solo cuando guía a lugareños o visitantes por el barrio de moda, la rapidez con la que va cambiando el distrito.
«Me gusta la manera que tienen los residentes de preservar la diversidad del lugar. Es algo que se puede ver, por ejemplo, en Zenettiplatz con la forma que tienen los residentes de cuidar sus macizos de flores; la gente se reúne aquí para charlar, intercambiar, compartir y contemplar. Llama la atención la gran cantidad de pequeñas e individuales tiendas que todavía quedan aquí, como en Zenettistrasse. La Open Wall de la Tumblingerstrasse es algo que realmente hay que visitar con regularidad, ya que los diseños de sus paredes van cambiando con mucha rapidez.
Al igual que muchos residentes de Múnich, me gusta sentarme a tomar algo en la cubierta del Alten Utting mientras se pone el sol. Desde allí arriba se pueden ver desde los tejados del mercado de la Großmarkthalle hasta más allá de Sendling. Todo es genuino, no tiene adornos, y por eso resulta tan hermoso. Son unas vistas que no se corresponden para nada con el tópico de Múnich y que muestran lo diversa que es nuestra ciudad».
En el antiguo distrito de los mataderos, el Schlachthofviertel, se siguen sacrificando animales, aunque no en la misma escala que hace cien años. Los espacios desocupados van transformándose en zonas de usos creativos provisionales, como el Bahnwärter Thiel, un proyecto cultural alternativo hecho de vagones de metro y contenedores marítimos desechados, y el Alte Utting, un antiguo barco de recreo que fue abandonado sobre un viejo puente ferroviario y en el que ahora se ofrece a los visitantes gastronomía y cultura.
Tanto el mercado de la Großmarkthalle como el Schlachthof se encuentran en el mismo barrio, por eso se le llama también el Bauch von München (el estómago de Múnich). Como es de suponer, la oferta gastronómica es aquí muy variada y fresca: desde salchichas blancas a las siete de la mañana hasta un plato de ostras por la noche, aquí puedes encontrar casi todo.
El Schlachthofviertel se encuentra actualmente en un momento de transición, lo cual se refleja en el paisaje cultural: entre coloridos contenedores y la pared graffitera legal más larga de la ciudad, van apareciendo nuevos edificios y nuevas aberturas que encajan bien en los espacios más clásicos, como el barrio alternativo HP8 de Gasteig o el nuevo Volkstheater.
En el área situada en torno al mercado de la Großmarkthalle, los transeúntes también pueden comprar comestibles, como en el Frischeparadies o en la carnicería de Magnus Bauch. Aunque también pueden encontrar una gran cantidad de artesanías de Múnich y productos de todo el mundo.
El barrio del Schlachthofviertel es conocido por su gran variedad de restaurantes y por tener un espíritu creativo, por lo que no es de extrañar que las cervecerías artesanales de Múnich se instalen aquí. La cervecería «Tilmans Biere» abrió el bar «Frisches Bier» ya hace bastantes años y el «Bierkiste» más tarde en 2020. Detrás de «True Brew» se encuentra la cervecería muniquesa que lleva el mismo nombre. Otro bar es el «HopDog», donde se sirven deliciosos perritos calientes con varios tipos de cerveza artesanal de todo el mundo.