Las mejores instrucciones para el Oktoberfest son dos: ve y diviértete. Sin embargo, no está mal informarse un poco. Aquí te contamos lo más importante, desde la O de “O'zapft is” hasta la T de “Tracht”.
Bávaro para: “¡Ya está abierto!”. Esto es lo que grita el alcalde de la ciudad de Múnich cada año para dar comienzo al Oktoberfest, por supuesto, después de abrir el primer barril de cerveza con un mazo y una canilla. Este acto oficial siempre tiene lugar el sábado a las 12:00 en la carpa Schottenhamel después de la entrada de los anfitriones y tiene un significado muy especial en Múnich: es un poco embarazoso y, especialmente si no sale del todo bien, un ejemplo de Schadenfreude (alegría por el mal ajeno), ya que la gente cuenta cuántos golpes necesita el alcalde para abrir el barril El alcalde Thomas Wimmer, quien instauró la tradición en septiembre de 1950, abrió el barril después de 17 golpes. El récord actual, con solo dos golpes, lo tienen Christian Ude y su sucesor Dieter Reiter.
En el Oktoberfest hay dos tipos de atracciones. Por un lado están esas en las que te subes lleno de euforia en busca de un subidón de adrenalina, como es el caso de Höllenblitz (rayo del infierno), Frisbee oder Power Tower.
Por otro, están las más acogedoras y tradicionales, como el carrusel Krinoline, una de las atracciones más antiguas del Oktoberfest que lleva dando vueltas desde hace casi 100 años. Bajo una carpa de rayas rojas y azules, adornada con guirnaldas de luces y pinturas de estilo modernista, las 16 góndolas giran con una encantadora lentitud: no hay riesgo de que venga viento en contra, así que los peinados de las damas se mantienen intactos. Es posible que sea el único carrusel en el mundo con música de acompañamiento en directo a cargo de una pequeña orquesta de viento.
El carrusel Krinoline, una de las atracciones más antiguas del Oktoberfest que lleva dando vueltas desde hace casi 100 años. Es posible que sea el único carrusel en el mundo con música de acompañamiento en directo a cargo de una pequeña orquesta de viento.
El Toboggan es otra de estas atracciones tradicionales, lleva divirtiendo a los visitantes del Oktoberfest desde 1933. La idea es bastante simple: un gran tobogán que desciende desde una torre. Sin embargo, lo especial es la rápida cinta transportadora a la que hay que subirse para llegar arriba. Esto requiere una buena dosis de coordinación y sentido del equilibrio.
En consecuencia, los torpes intentos de muchos de los que se animan a probarlo aseguran las risas del público que observa desde abajo. Por cierto, el nombre “Toboggan” proviene de la lengua de los indios algonquinos de Canadá y hace referencia a un trineo de madera ligera.
Otro verdadero clásico es el Schichtl, un legendario y peculiar teatro de variedades que se representa en el Oktoberfest desde 1869. Este espectáculo lleva “decapitando” a gente con una guillotina desde 1872. Después de una impresionante función, puedes tomarte un respiro en la carpa contigua del mismo nombre bajo el lema “Auf geht’s beim Schichtl!” (¡Fiesta en el Schichtl!).
Originalmente, un prado. Hoy, una gran área recreativa donde se lleva a cabo el Oktoberfest. El Theresienwiese recibe su nombre de la princesa Teresa de Sachsen-Hildburghausen, que se casó con el rey Ludwig I el 12 de octubre de 1810. El 17 de octubre, al final la celebración de boda, que duró varios días, se realizó una carrera de caballos en donde hoy tiene lugar el Oktoberfest. La carrera se repitió al año siguiente, y así nació la tradición del Oktoberfest. De Theresienwiese también viene la expresión “Wiesn”, que en Múnich un sinónimo de Oktoberfest.
Bávaro para: “antiguo Oktoberfest”. El Oide Wiesn es un viaje a los orígenes del Oktoberfest: desde 2011 es una institución permanente que se encuentra en un área separada en la parte sur de Theresienwiese. El ambiente es verdaderamente acogedor. En el Bierzelt (carpa de la cerveza) tocan música de viento típica bávara y mucha gente incluso baila al ritmo del vals y la polca. Hay otra carpa que mantiene viva la tradición de los cantantes de folk en Múnich. La Musikantenzelt (carpa de los músicos) está ocupada por la escena de la música folk más joven y salvaje. Por supuesto, también puedes recordar viejos tiempos en atracciones históricas, como Calypso o “Fahrt ins Paradies“ (viaje al paraíso).
En el Oktoberfest puedes beber cerveza en jarras de un litro. Las grandes cervecerías de Múnich elaboran una variedad especial para el Oktoberfest, que contiene un poco más de alcohol que la normal. Es muy importante sostener la pesada jarra de vidrio correctamente: no metas la mano a través del asa para sujetar la jarra con la palma de la mano, simplemente agárrala por el asa. Así no hay peligro de que te machaques los dedos al brindar con ímpetu. Por cierto, un brindis con todos los que se sientan en tu misma mesa es obligatorio en el Oktoberfest. Especialmente, cuando la banda anima a los invitados a beber con el cántico „Ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit. Oans. Zwoa. G’suffa!“ (Un brindis, un brindis por los buenos tiemos. Uno, dos, ¡arriba!), una forma muy exitosa de aumentar las ventas de cerveza.
Es muy importante sostener la pesada jarra de vidrio correctamente: no metas la mano a través del asa para sujetar la jarra con la palma de la mano, simplemente agárrala por el asa.
Tanto si eres hombre o mujer, ser camarero en el Oktoberfest es uno de los trabajos más difíciles del mundo. Durante más de dos semanas tienen que abrirse paso entre la multitud de la mañana a la noche, cargando con innumerables jarras, Hendl (pollos asados) y Haxn (codillo de cerdo). Si quieres beber una cerveza, simplemente pide “eine Maß” (que se pronuncia como “más”). En alemán se suela hablar de “usted”, pero en el Oktoberfest no es de mala educación tratar a los camareros de “tú”. Además, la mayoría lleva una plaquita con su nombre en su Dirndl o en los tirantes del Lederhosen.
Aunque no te guste la cerveza, puedes pasártelo bien en el Oktoberfest. Por supuesto, en las carpas puedes pedir cerveza sin alcohol y otras bebidas. No obstante, hay algo que muchos no saben: el vino también forma parte del Oktoberfest. Siempre se ha servido en diversos puestos y desde 1984 hay incluso un Weinzelt (carpa de vinos), en cuya carta se incluyen más de 15 tipos de vino, vino espumoso y champán.
Si quieres ir al Oktoberfest, no tienes que pagar entrada. Por su parte, la entrada al Oidn Wiesn cuesta 3 euros y es gratis para los niños de hasta 14 años.
Si las carpas están abarrotadas, como suele ser el caso por las noches o los fines de semana, el personal de seguridad no permitirá que entre más gente. Si esto ocurre, puedes esperar pacientemente a que vuelvan a dejar pasar a más personas o probar suerte en otra carpa. Otra buena alternativa es darse un paseo por el Oktoberfest. Deambular por recinto del festival con una bolsa de almendras tostadas en la mano es una experiencia muy bonita. Después, puedes subirte a la noria y admirar todo el bullicio desde las alturas.
A menudo, las carpas pequeñas son la mejor opción cuando las grandes están: “Cerradas por multitud”. Estas carpas no suelen ser la principal atracción para muchos de los visitantes del Oktoberfest, pero a menudo triunfan gracias a su buen ambiente. Puedes elegir entre carpas en las que se sirve pollo asado, codillo o salchichas, carpas para el café y carpas con especialidades como pescado, queso o Knödeln (albóndigas de patata o miga de pan).
Con unas magníficas vistas sobre el recinto del festival desde 50 metros de altura, la noria llama la atención entre todas las atracciones. El viaje es una experiencia, incluso cuando oscurece y el Oktoberfest se transforma en un mar de luces de colores.
El ambiente de muchas carpas es distentido, alegre, y con frecuencia, achispado. Gente de todo el mundo brinda entre sí, entona los éxitos del Oktoberfest y se acerca al ritmo de la música. Para muchos, el Oktoberfest ofrece unas condiciones ideales para ligar.
Y NO significa NO. Los acercamientos indebidos están fuera de lugar en el Oktoberfest y el personal de seguridad de las carpas está a disposición de las mujeres que se sientan acosadas y ante este tipo de comportamietos, echará sin más dilación a cualquiera que no respete las normas. Además, el Oktoberfest pone a disposición el Servicezentrum Theresienwiese, detrás de la carpa de Schottenhamel, en la entrada de primeros auxilios, un punto de ayuda inmediata en varios idiomas.
A veces, un hombre puede reconocer si la mujer que se sienta frente a él está dispuesta a flirtear dependiendo de la posición del lazo de su Dirndl.
Hay pretendientes que aún se guían por la antigua tradición del lazo del delantal para aumentar sus probabilidades de éxito. El lazo a la izquierda indica que está soltera. De ahí viene el dicho “Schleife links, Glück bringt’s!” ("lazo a la izquierda, ¡estás de suerte!"). Quienes estén comprometidas, atarán su lazo a la derecha. Eso sí, no existe término medio, ya que llevar el lazo del Dirndl en el medio también tiene un significado en particular: según la tradición, indica que aún es virgen. Muchas de las mujeres que llevan Dirndl nunca han oído hablar de esta costumbre y se atan el lazo de manera aleatoria...
Por cierto, a los agentes de seguridad tampoco les hace gracia ver a gente demasiado eufórica subirse a bailar encima de las mesas, algo que está totalmente prohibido en las carpas del festival.
En el Oktoberfest, se pueden probar casi todas las especialidades de la cocina bávara: el pollo asado y el codillo de cerdo son los más populares, seguidos de las brochetas de buey, las salchichas y el pato con bolas de patata y col roja. El pescado se suele servir principalmente en un plato conocido como Steckerlfisch, que a muchos muniqueses les encanta. El Steckerlfisch es un pescado (generalmente caballa, salvelino o plática) a la parrilla que se sirve en un pincho y es muy típico de las fiestas populares y los Biergarten en Baviera.
Los vegetarianos pueden deleitar su paladar con obatzda (mezcla de queso picante), rábano y pretzels del Wiesn, sopas de calabaza o patata, todo tipo de Knödel, así como dulces, como el Kaiserschmarrn (un plato hecho con trozos de tortitas) o un Strudel de queso. En los puestos de comida también sirven Schupfnudeln (parecidos a los gnocchi), Flammbrot (similar a la pizza) o Reiberdatschi (tortitas de patata) sin carne. Muchas carpas y puestos también piensan en los veganos y ofrecen platos como strudel de chucrut, verduras salteadas o Apfelkücherl con masa de cerveza (una especie de donuts de manzana). Asimismo, también platos sin lactosa y sin gluten para las personas alérgicas.
Italiano para “¡Salud!”. En el Oktoberfest, lo más probable es que te encuentres en tu mesa con un italiano que al brindar dirá: “Salute!”. Los italianos aman la “festa della birra” y cada año miles de ellos cruzan el paso del Brennero (sobre todo en autocaravanas). Especialmente, en el fin de semana intermedio del Oktoberfest, que muchos muniqueses conocen también como el “fin de semana italiano”.
Si es la primera vez que estás en Múnich durante el Oktoberfest, es posible que te sorprendas ante las innumerables personas con trajes tradicionales que se dirigen a Theresienwiese. En el Oktoberfest no existen normas tan estrictas como en un club tradicional de Alta Baviera y en las carpas se pueden ver trajes de todo tipo: nuevos, rústicos, largos, cortos.
Hasta la década de los 1990, la gente bailaba en las carpas con su ropa de diario. De aquella, los Dirndls y los Lederhosen estaban completamente pasados de moda.
Si quieres comprarte un Dirndl o un Lederhose para el Oktoberfest, que dura toda la vida y siempre queda bien en otras ocasiones, lo mejor es que vayas a que te aconsejen en alguna tienda de trajes tradicionales de Múnich.
Si no te apetece ponerte un traje tradicional: unos vaqueros y una camiseta son perfectos para tu visita. Lo que muchos no saben, es que este es realmente el atuendo clásico del Oktoberfest. Hasta la década de los 1990, la gente bailaba en las carpas con su ropa de diario. De aquella, los Dirndls y los Lederhosen estaban completamente pasados de moda.