En Múnich, la tradición y las costumbres están más de moda que nunca: desde nuevos enfoques en la moda hasta emocionantes experimentos en la cocina.
En Múnich, el vestuario y la música popular están más de moda que nunca. El Oktoberfest y los Dulten (mercados tradicionales) son todo un culto, especialmente entre los jóvenes. Hay bandas actuales que llevan su innovadora música folk a los clubes y tienen éxito incluso fuera de Múnich.
No sólo se experimenta con la moda y la música, sino que en la cocina se combinan las mejores recetas de la abuela con delicias de todo el mundo. Incluso en la cervecería, los antipastos italianos, los rollos de primavera, el falafel u otras especialidades internacionales se sirven con jugo de cebada y pretzels. ¡Buen provecho!
Los Lederhosen y los Dirndl, atuendos típicos del Oktoberfest, no son habituales en el día a día de Múnich. Cualquiera que se baje del metro en Marienplatz por semana llevando esta ropa llamará la atención. Sin embargo, cuando llega el Oktoberfest, a todo el mundo le gusta salir a la calle vestido con estos trajes tradicionales, especialmente a los jóvenes visitantes. Además, hay otras ocasiones para ponerse estas prendas tradicionales: el Frühlingsfest (festival de la primavera), el Kocherlball (baile de los sirvientes) y también las fiestas de clubes con el lema “Nacht der Tracht” o “Heimatabend”.
Eso sí, hay algo que no cambia: los Lederhosen son más bonitos si ya tienen pátina. Los expertos buscarán hasta encontrar ejemplares usados y en buen estado en mercadillo de segunda mano o en tiendas especializadas.
Hay tiendas especializadas en trajes tradicionales por toda la ciudad. Antes y durante el Oktoberfest, se abren tiendas “pop-up” temporales e incluso las boutiques de moda y las grandes tiendas de ropa dedican espacio a los Dirndls y los Lederhosen. Los Dirndl también se pueden ver en las colecciones de jóvenes diseñadores de Múnich. Bajo la idea de la mezcla de estilos, sus creaciones utilizan telas africanas, seda china o motivos de saris indios para crear versiones de los trajes tradicionales adaptadas al siglo XXI que combinan moda y tradición. Eso sí, hay algo que no cambia: los Lederhosen son más bonitos si ya tienen pátina. Los expertos buscarán hasta encontrar ejemplares usados y en buen estado en mercadillo de segunda mano o en tiendas especializadas.
IEn muchas de las tabernas tradicionales de Múnich, la música se hace como en los viejos tiempos (por ejemplo, en Schneider Bräuhaus, Hofbräuhaus, Löwenbräukeller o Turmstüberl). Los artistas de la música folk tocan en el escenario; y a veces, los asistentes los acompañan con su voz u otros instrumentos.
De forma paralela a la música folk tradicional, hay jóvenes músicos que han desarrollado nuevos estilos a partir de ella. La música folk se mezcla con sonidos de otros países y se complementa con ritmos tecno y letras actuales. La banda bávara de música de tuba y viento “Brass Banda” ha llenado hasta el Olympiahalle. Al igual que” Zwirbeldirn” y “Kofelgschroa”, su carrera sobre los escenarios también comenzó en la cantina muniquesa Fraunhofer. Cada año se pueden escuchar nuevos ritmos en la música folk moderna.
En Baviera, la gastronomía siempre hace las delicias del cuerpo y el alma. En todos los restaurantes tradicionales se puede comer cerdo asado, albóndigas, salchichas blancas, Leberkäse y muchas otras especialidades de la cocina bávara. En los Biergarten, la oferta gastronómica incluye obazda, una tipo de queso bávaro, rábanos frescos y pretzels. En la cesta de picnic puedes llevar todo lo que te apetezca, algo que a menudo es muy internacional.
Muchos restaurantes de Múnich también están abriendo nuevos caminos, combinando la cocina internacional con la calidez (y la cerveza) bávara. Por ejemplo, algunos de estos platos fusión mezclan el cochinillo asado con mayonesa japonesa o tapas bávaras.