Desde el Alte Peter, como los muniqueses lo llaman con cariño, hay las vistas más bonitas de los tejados de la ciudad. Se trata de la torre de la iglesia más antigua de Múnich, la Peterskirche (iglesia de San Pedro), detrás de la Marienplatz (Plaza de María).
Quien esté dispuesto a subir los más de 300 peldaños hasta el mirador de la torre de 91 metros de alto llegará sin aliento, pero será recompensado con una vista espléndida de Múnich y, si sopla el viento foehn, incluso de las cadenas de los Alpes.
La historia de la Kirche St. Peter (iglesia de San Pedro), situada sobre una pequeña colina a la que hoy se llama Petersbergl, se remonta al siglo XII. La primera iglesia se construyó poco después de la fundación de Múnich, en el año 1158. Alrededor de los años 1180 y 1220 fue remodelada y se amplió en la segunda mitad del siglo XIII y después del incendio de la ciudad en 1327. Esta última construcción es la que en esencia ha llegado a nuestros días.
En la torre de la iglesia, hay ocho campanas, cuatro de ellas históricas, de la Baja Edad Media y del Barroco. Al visitar la torre, se pueden ver por la ventana a la altura del armazón de campana. La campana más pequeña y más antigua del Alter Peter es la Arme-Sünder-Glocke, la campana del Pobre Pecador. Es de la época posterior al incendio de la ciudad de 1327 y se tocó en ejecuciones en la Marienplatz. Actualmente, cuelga detrás de una ventana enrejada en el piso bajo de la torre.
Además, la Peterskirche es única por sus muchos relojes de torre. En total, el Alte Peter tiene ocho relojes. El cómico muniqués Karl Valentin, conocido por su humor grotesco, respondió a la pregunta de por qué hay tantas esferas en la torre con las palabras siguientes: «Hombre, pues para que ocho personas puedan ver la hora a la vez».