Cuando los muniqueses dicen que van de peregrinación al «Heiliger Berg» (a la montaña sagrada), no se refieren a ninguna de las numerosas cumbres de los Prealpes, sino a la abadía de Andechs, situada sobre una colina de la orilla este del lago Ammersee.
Los motivos para visitar el monasterio benedictino son variopintos: algunos lo hacen siguiendo una tradición de más de 900 años y llegan como peregrinos a Andechs; otros simplemente quieren disfrutar, con un litro de cerveza de la abadía y una merienda bávara, de las preciosas vistas a los Alpes y el idílico paisaje de los cinco lagos.
También el programa cultural de la abadía tiene muchos seguidores: en el repertorio se encuentran actos como los conciertos estivales de órgano Andechser Orgelsommer, los festivales de Carl Orff y conferencias de todo tipo. Los visitantes pueden apuntarse además a una visita guiada por la fábrica de cerveza o un recorrido por los alrededores de la abadía.
No importa cuáles sean los motivos por los que se visita la abadía de Andechs: a la hora de reponer fuerzas, no falta de nada. Con una fábrica de cerveza propia, el Klostergasthof (mesón), los Bräustürberl (comedores) y la carnicería, la abadía es hoy en día una popular atracción turística tanto para la población local como para visitantes de todo el mundo.
Consejo: Los alrededores de cinco kilómetros que se recorren a pie desde la última estación del tren de cercanías en Herrsching (S8) hasta Andechs son un bonito paseo a lo largo del río Kienbach, apropiado incluso para familias con niños pequeños. El camino es apto tanto para bicicleta como para carritos de niños y está muy bien señalizado.
S-Bahn (S8) de Múnich a Herrsching: aprox. 1 hora. Después, autobús o caminata hasta el monasterio de Andechs. Información en bahn.de
En coche: aprox. 1 hora por las autopistas A95 o A96