El Maximilianeum, en el barrio de Haidhausen, alberga a estudiantes y miembros del parlamento bajo el mismo techo.
Detrás de Wiener Platz, situada en la orilla oriental del Isar, el Maximilianeum se eleva sobre la magnífica Maximilianstraße, que conecta Haidhausen con el casco antiguo a través del puente Isarbrücke.
Creado por el rey Maximiliano II como una fundación para estudiantes con capacidades excepcionales con el fin de prepararlos para el servicio civil, el Maximilianeum es célebre desde 1949 principalmente por su ilustre inquilino, el Landtag de Baviera (Parlamento Bávaro).
La fundación del rey, para quien la promoción de la ciencia y el arte siempre fue una gran preocupación, aún existe en la actualidad: cada año, el Maximilianeum ofrece alojamiento y comida gratuitos a entre seis y ocho becarios, que deben haber obtenido la nota más alta en sus exámenes de fin de bachillerato (Abitur).
Desde 1980, gracias a una segunda fundación de la Casa Real de Wittelsbach, también pueden solicitar una beca las mejores alumnas graduadas de bachillerato. Quien lo consigue se convierte en miembro de un círculo ilustre: entre los exbecarios se encuentran el ex primer ministro bávaro Franz Josef Strauß y el ganador del Premio Nobel de Física Werner Heisenberg.
Respecto a su arquitectura, el Maximilianeum forma el monumental final de Maximilianstraße, que Maximiliano II hizo construir a partir de 1852 según los planos del arquitecto Friedrich Bürklein. La primera piedra del Maximilianeum se colocó en 1857 y, tras sucesivas mejoras, el edificio se terminó en 1874. Los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial dañaron con severidad el magnífico edificio y destruyeron cerca de dos tercios de la estructura. Más tarde fue reconstruido bajo la dirección del arquitecto Karl Kergl.