En Múnich hay más de mil puentes y pasarelas que conectan diferentes partes de la ciudad, personas e historias. No sirven solo para cruzar de un lado a otro del Isar, sino que también muestran la diversidad de esta gran ciudad.
El Reichenbachbrücke (puente), es de los más famosos de Múnich y conecta el moderno barrio Glockenbachviertel (barrio) y el tranquilo Au (barrio). Hasta el siglo XX, en esta zona todavía había una granja en la que se criaban cerdos y peces y que vendía su propia leche. Su arteria central, el Auer Mühlbach (riachuelo), aún fluye por el barrio de Au, que, a día de hoy, sigue conservando gran parte de su encanto de pueblo. Al pasear por calles como Nockherstrasse, con sus antiguas posadas, parece que estamos muy lejos de la gran ciudad. El Auer Dult (festival), que originalmente era un mercado de vajillas, ahora es también un festival folclórico y un mercado de antigüedades. Aunque todavía parece un pequeño festival de barrio, atrae a gente de toda la ciudad.
En el Glockenbachviertel, al otro lado del puente, se respira un ambiente muy urbano. El emblemático Reichenbachkiosk (quiosco), uno de los pocos quioscos en Múnich que están abiertos casi todo el día, da la bienvenida a los visitantes del barrio. Aquí siempre hay mucha vida, sobre todo, debido a la gran cantidad de bares, cafeterías, restaurantes y clubes. Müllerstrasse, en particular, lleva décadas siento el corazón de la fiesta, también para la escena LGBTQ. El barrio se hizo famoso gracias a célebres invitados como Freddie Mercury, Mick Jagger y David Bowie. Mientras que en Au se pueden encontrar tabernas más tradicionales, el Glockenbachviertel cumple los deseos culinarios más modernos: desde tapas vietnamitas hasta fotogénicos boles de açaí.
Está particularmente transitado en septiembre, cuando hordas de gente lo cruzan en dirección al Oktoberfest. Es muy fácil perder de vista a los amigos, ¡pero también hacer nuevos!
El músico muniqués Willy Astor le dedicó una canción de amor al Donnersbergerbrücke (puente). Sin embargo, él mismo admite que, pese a ser uno de los más importantes, es probablemente el puente más feo de la ciudad. El Donnersbergerbrücke tiene su propia estación de tren, por la que pasan todos los trenes que van hacia la Hauptbahnhof o que salen a destinos de todo el mundo. La estación central de Múnich es una de las más grandes de Alemania, con un tráfico estimado de 350 000 personas por día. Por el Donnersbergerbrücke también pasa Mittlere Ring (circunvalación), la carretera federal más congestionada del país, que conduce a la autopista B2, que conecta Garmisch con Berlín. En teoría, se puede conducir directamente desde este céntrico puente de Múnich hasta la Brandenburger Tor (puerta) El Donnersbergerbrücke es la puerta de entrada de Múnich y conecta la ciudad con el mundo exterior. Teniendo esto en cuenta, no le hace falta ganar un concurso de belleza.
Hackerbrücke (puente) es el popular hermano pequeño del Donnersbergerbrücke. Por el verano, está lleno de grupos de amigos que se sientan en la barandilla para admirar del atardecer. Al igual que la Gärtnerplatz (plaza), el Hackerbrücke, es un punto de encuentro típico para tomarse una cerveza después del trabajo. Está particularmente transitado en septiembre, cuando hordas de gente lo cruzan en dirección al Oktoberfest. Es muy fácil perder de vista a los amigos, ¡pero también hacer nuevos! El Hackerbrücke es, de hecho, el punto de tráfico número uno para los visitantes de Wiesn.
Tampoco es casualidad que su entorno tenga un carácter muy internacional: este puente conecta el Hauptbahnhofviertel (barrio) apodado por los muniqueses como "Little Istanbul") y el Westend (barrio). En su día, este era un barrio marginal y, aunque ahora ya esté bastante gentrificado, aún se pueden encontrar típicos bares de origen turco. En el Westend se concentra la segunda mayor proporción de extranjeros de la ciudad. ¡El Hackerbrücke une a la gente y garantiza la diversidad de Múnich!
El ancho e impresionante Luitpoldbrücke (puente) conecta Prinzregentenstrasse con el Friedensengel (Ángel de la Paz), que se erige sobre Múnich. Esta calle está llena de historia: fue construida en 1891 por el príncipe regente Leopoldo y durante el período nazi se añadieron edificios como la Haus der Kunst (museo). El mundialmente famoso Club P1 también tiene un pasado más histórico de lo que uno se imagina, puesto que se abrió en la década de 1950 como un club para los oficiales de las fuerzas de ocupación estadounidenses.
Un lado del Luitpoldbrücke se vio muy afectado por la guerra, mientras que al otro el Friedensengel simboliza la paz. Este ángel dorado, situado a una altura de casi 40 metros, se puede ver desde lejos y les da a los muniqueses la sensación de estar en su hogar. El monumento se remonta a 1896 y conmemora el aniversario del tratado de paz que puso fin a la guerra franco-prusiana.
El Thalkirchner Brücke (puente) es particularmente popular en verano, cuando las familias pasean hasta el zoológico, los jóvenes se dirigen al parque Flaucher (ribera fluvial) con una parrilla bajo el brazo y los deportistas van en bicicleta hacia el sur del Isar. Podríamos decir que este puente, que lleva al Tierpark Hellabrunn (zoológico), es un punto clave para todos aquellos que buscan relajarse y une las dos caras más hermosas de la naturaleza.
A un lado está el primer zoológico geográfico del mundo, con alrededor de 18 500 animales. No es raro sentarse a orillas del Isar y oír el ruido de los monos o el rugido de un león. Al otro, la naturaleza de Múnich se presta a un montón de actividades. Los aficionados al kayak reman a lo largo del Isarwehrkanal (canal), en la Naturbad Maria Einsiedel (piscina natural) se puede nadar sin cloro y la zona del Flosslände (puerto de balsas) invita a darse un baño y acampar. ¡Hasta se puede surfear en la ola fluvial más antigua del mundo! Sin duda, el Thalkirchner Brücke es uno de los puentes más verdes de Múnich.
Bajo el Eisbachbrücke (puente) se unen dos de los arroyos de la ciudad, dando lugar a la ola fluvial más famosa de Alemania: la ola del Eisbach (río), que se puede surfear en cualquier momento del día o de la noche. Los surfistas suelen ser de Múnich, pero a veces vienen profesionales de todo el mundo. A diferencia del resto, el Eisbachbrücke no conecta diferentes barrios o lugares, sino personas, ya que sobre él los visitantes admiran a los surfistas a cualquier hora del día. El puente se ha convertido en una atracción turística y ya es tan famoso como la Frauenkirche (iglesia) o el Rathaus (ayuntamiento).
El pequeño Gerner Brücke (puente) es uno de los puentes más románticos. Pasa sobre el sobre el canal de Nymphenburg, así que también se conoce como "Puente del canal". No solo conecta los importantes barrios de Gern (barrio) y Neuhausen (barrio), sino también dos panorámicas maravillosas. Hacia el oeste, una espléndida vista del Nymphenburger Schloss, (palacio) y hacia el este, el bonito sistema de fuentes de Hubertusbrunnen (fuentes). El Gerner Brücke es un monumento protegido y ya hace muchos años que no se permite que lo crucen coches. Las estupendas vistas en todas las direcciones están reservadas para los peatones.
Por un lado está el primer geo-zoo del mundo, al otro lado del río Isar los aficionados a los kayaks reman a lo largo del Isarwehrkanal, en la piscina natural de Maria Einsiedel se puede bucear en piscinas sin cloro y los terrenos de rafting invitan a hacer surf. No se pondrá más verde que en el Thalkirchner Brücke.
St. Emmeran Brücke (puente), al norte de Múnich, es muy inusual. Este puente, uno de los pocos de entramado de madera de la ciudad, conecta el Englischer Garten con la isla del Isar (río) en un ambiente idílico lejos del ajetreo urbano. En la mente de muchos muniqueses y visitantes, el Englischer Garten termina en el Mittleren Ring. Es una lástima, porque la parte más tranquila del parque se extiende mucho más hacia el norte. Aquí también se encuentra el Stauwehr Oberföhring (presa), que divide el río en dos ramas, dando lugar al canal central del Isar. Esto crea una gran isla verde en el medio, a la que se puede llegar fácilmente cruzando St. Emmeran Brücke.
Pese a ser la estrella de los puentes de Múnich, nadie sabe su nombre. El Eisenbahnbrücke (puente), que conduce a Lagerhausstrasse en el barrio Schlachthofviertel (barrio), ganó popularidad gracias a un reciente artículo del New York Times sobre el Alte Utting, un antiguo barco de vapor reconvertido en cafetería, bar y centro cultural que ahora se encuentra junto a este pequeño puente. Esto es obra de los hermanos Hahn, que ya son conocidos en Múnich por otros proyectos, como el Bahnwärter Thiel (centro cultural) o la cafetería Gans am Wasser. No obstante, lo que muchos no saben es que este puente, que hoy simboliza la modernidad de Múnich, solía alimentar a la ciudad. A través de esta ruta llegaban todos los trenes de países vecinos, puesto que las vías conducían directamente a la zona del Grossmarkthalle (mercado mayorista). Sin embargo, el puente perdió su función a medida que las mercancías comenzaron a transportarse en aviones y camiones. Por suerte, encontró un nuevo cometido: desde aquí se puede ver la puesta de sol más hermosa de la ciudad.