Ingrid Oxfordt trabaja como guía de ciudad en Múnich desde hace más de 30 años. A pesar de vivir en el oeste de la ciudad es una enamorada de Giesing. Cada año elabora nuevas visitas guiadas por este barrio y sabe que aquí nunca hay tiempo para aburrirse.
«Giesing siempre me ha parecido un lugar interesante por su gran diversidad: aquí las típicas viviendas obreras se yerguen junto a las antiguas casas de hospedaje y la prisión de Stadelheim junto al bosque Perlacher Forst. En cada esquina hay algo nuevo por descubrir, cada calle es un mundo completamente diferente, y donde destaca, sobre todo, la iglesia Heilig-Kreuz-Kirche.
Últimamente disfruto sobre todo de pasear por el cementerio del Ostfriedhof, donde hay muchas tumbas conocidas, como las de Rudolf Mooshammer, Georg Kronawitter, Rex Gildo y el psiquiatra Dr. Gudden, que murió junto con el querido rey Luis II de Baviera. Además, el crecimiento de la cervecería Giesinger Bräu, donde hasta hace un par de años se seguían pegando las etiquetas a mano en un garaje, ha supuesto la aparición de un serio competidor para las cervecerías de mayor renombre. También está la cabaña de brujas de Julian Hahn, que me parece un lugar genial. A solo unas pocas paradas más en autobús nos podemos bajar justo frente a la Iglesia Católica Ucraniana, que sigue el rito bizantino, y en cuyo interior le espera una gran sorpresa y que, por cierto, está compuesta por una congregación muy amorosa y comprometida.
Desde la Edad Media, Giesing ha estado habitado por jornaleros, los cuales trabajaron en la construcción de grandes proyectos como el Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus). Vivían en casas de hospedaje, las cuales aún pueden verse en el barrio de Feldmüllersiedlung en la Obere Grasstraße, en el Auer Mühlbach o en los alrededores de la Sommerstraße. Hoy en día, el barrio es más conocido por su abundante naturaleza y por el fútbol: el 1860 Múnich tiene aquí su estadio mientras que el Bayern de Múnich entrena a solo unas calles de distancia.
No solo el fútbol juega un papel importante en Giesing, también hay cerveza que lo acompaña. Esta se sirve en uno de los bares de culto como el Schau ma moi o bien se elabora en el mismo local, como en la Giesinger Bräu. La Tegernsee Landstraße es tan colorida en términos culinarios como el propio distrito: desde cocina napolitana hasta restaurantes de estrella, aquí puede encontrar casi de todo.
La gente de Giesing está muy comprometida con su oferta cultural y de vez en cuando también le gusta formar parte de ella: así que, no es de extrañar que alguien se ponga a construir una casa de brujas de madera o a transformar una antigua letrina en un original bar de conciertos mientras parte del vecindario se reúne en el parque del Giesinger Grünspitz a realizar actividades comunales.
El compromiso del barrio con su selección de tiendas no se queda atrás: puede degustar refinados vinos en Weinberg, sumergirse en la moda de segunda mano en Miramu o Siebenmachen y comprar productos de Múnich en Karusa. La mayoría de las tiendas en Giesing son regentadas por la misma gente del barrio.
En Giesing no faltan lugares en los que dar un bonito paseo. Puede explorar los tranquilos prados del Isar o caminar directamente bordeando el agua hasta el Flaucher, descubrir el colorido jardín de rosas del Rosengarten o seguir el Auer Mühlbach hasta el Au. En verano, puede nadar alrededor del puente de Wittelsbach o tumbarse en el vecino Schyrenbad.