Los días se van acortando y enfriando, las hojas caen de los árboles y dentro se está bien calentito. Hemos preparado nueve propuestas para hacer el otoño en Múnich aún más especial.
El otoño trae una atmósfera cálida a Múnich: la gente se reúne en las tabernas (Wirtshaus) para disfrutar de un buen plato o para dar un paseo por el parque. Algunos incluso van al trabajo en traje tradicional . Antes de que alguien empiece a echar de menos el verano, la gente ya queda para recoger setas, visitar el museo el domingo o pasar el día con el periódico en una cafetería tranquila. Y el otoño también es perfecto para una escapada a la ciudad: hace sol, pero el calor ya no aprieta, la ciudad está animada, pero no abarrotada, y en las montañas, con un poco de suerte, incluso estarás solo.
Un clásico indiscutible, que puede que pase desapercibido en verano. Pero con el otoño muchos museos de Múnich aprovechan para presentar nuevas exposiciones. No te puedes perder el Kunstareal (barrio de museos) con sus pinacotecas, el Brandhorst y el Lenbachhaus (galería), además del famoso Deutsche Museum (Museo Alemán), que tiene una gran oferta también para los más pequeños. Si estás en el casco antiguo, merece la pena visitar el Museo de la Ciudad de Múnich, el MUCA o la Kunsthalle. Si preguntas a los locales por sus museos favoritos, te recomendarán con frecuencia la Haus der Kunst y el Valentin-Karlstadt-Musäum. En otoño, lo más acogedor es sin duda la Glyptothek (Gliptoteca), especialmente si después de la visita al museo te tomas un descanso su encantador café en el patio interior. Y recuerda: ¡los domingos, la entrada a algunos museos de Múnich cuesta solo un euro!
Cuando finaliza la temporada de piscinas al aire libre y los lagos en los alrededores se vuelven demasiado fríos para bañarse, los baños municipales de Múnich son los más solicitados. Uno de los más bonitos es el Müller'sche Volksbad, que desde 1901 se encuentra en Haidhausen y acaba de ser renovado. Aquí no solo podrás nadar entre murales antiguos, sino también relajarte en las saunas inspiradas en la época romana. Cuando el frío se instala, el Dante-Winterwarmfreibad se convierte en un rincón único, donde puedes disfrutar de un baño al aire libre durante todo el año, siempre con la temperatura perfecta. La Olympia-Schwimmhalle, construida para los Juegos Olímpicos de 1972, ha mantenido hasta hoy su encanto original. Si buscas combinar sauna con una excursión, puedes dirigirte al monte mare en el Tegernsee o al Schliersee, o incluso a las Therme Erding.
El Perlacher Forst, la Allacher Lohe, el Hofoldinger Forst… no sólo encontrarás bosques en los alrededores de Múnich, también en el centro de la ciudad los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de amplias zonas verdes, como las Isarauen. Nuestra autora, acompañada por el guarda forestal y ecologista Dr. Rudolf Nützel, exploró la Allacher Lohe durante un fascinante paseo por el bosque, donde crecen hasta 300 tipos diferentes de setas. Pero también el Hofoldinger y el Perlacher Forst son perfectos para ir a buscar setas. Y lo mejor de todo: a todos los bosques se llega fácilmente en transporte público. Si viajas con niños, te recomendamos una visita al Wildpark Poing (zoológico) o al Walderlebniszentrum Grünwald (centro forestal).
No hay nada mejor en otoño que una sopa caliente, ¡y en Múnich las hay de todo tipo! Si quieres comer como los de aquí, pide una Brotsuppe (sopa de pan) o Leberknödelsuppe (sopa de albóndigas de hígado) auténticamente bávara. La Pfannkuchensuppe (sopa de panqueques) y la Brezensuppe (sopa de pretzel), que antes se consideraban platos de sobras, hoy en día son muy populares y aparecen en todos los menús de las tabernas bávaras. Si no quieres perder tiempo buscando en las cartas, lo mejor es ir directamente a la Münchner Suppenküche, que también tiene un puesto en el Viktualienmarkt (mercado). Entre la variedad de sopas y guisos, que cambia con frecuencia, también los amantes de la cocina vegana quedarán satisfechos.
El otoño también significa: ¡por fin época de cine! Múnich cuenta con una gran variedad de cines, por lo que cualquier cinéfilo encontrará lo que busca. Si te gustan los lugares con encanto y un toque histórico, puedes reservar en el Studio Isabella, en el pequeño Museum Lichtspiele o en el Filmtheater am Sendlinger Tor, donde los carteles de las películas aún se pintan a mano. Si prefieres un ambiente más exclusivo, entre copas de champán y sillones de cuero, el Gloria Palast, el ARRi Kino o el Astor Cinema en el Bayerischen Hof te ofrecen una experiencia de cine única. Los pequeños cines independientes de Múnich, en cambio, reflejan la gran variedad del cine actual: las películas históricas se proyectan en el Filmmuseum, en el Monopol se sirven gin tonics en vez de palomitas, y en el Neuen Maxim puedes ver las películas de forma relajada en pufs, como si estuvieras en tu casa.
Seguramente una de las mejores cosas que hacer en los días fríos y oscuros: ¡ir de compras! Ya sea por el tiempo o por el antojo, en el centro de la ciudad puedes descubrir los grandes almacenes tradicionales de Múnich , como Hirmer, Oberpollinger o Ludwig Beck, que también es célebre por su amplia selección de música. Si sel tiempo no acompaña , lo mejor es refugiarse en los centros comerciales cubiertos, como las Fünf Höfe o el Brienner Quartier. En el Glockenbachviertel o la Maxvorstadt, los amantes de lo único y original pueden descubrir tiendas de segunda mano y pequeñas marcas de Múnich. Además, si quieres comprar un traje tradicional, lo puedes hacer en Múnich durante todo el año: nuestros autores han salido en busca del dirndl perfecto y los pantalones de cuero ideales, sin olvidar los característicos zapatos Haferl y los sombreros típicos.
Por la mañana y por la tarde hace fresco y el aire está claro, pero durante el día el sol brilla y calienta la cara: son los días perfectos para hacer senderismo en otoño. En esta época del año, los Ammergauer Alpen, con sus frondosos bosques de montaña y el castillo de cuento, son un verdadero espectáculo. Pero también el „Blaue Land“ (Tierra Azul) alrededor de Murnau y el Kochelsee (lago) tienen mucho que ofrecer: aquí nacieron las obras más importantes de Franz Marc. Si lo que más te entusiasma de las montañas es la buena comida en las cumbres, te recomendamos nuestra guía de cabañas. Los días más cálidos de otoño son perfectos para una ruta en bicicleta, especialmente para quienes ya no se sienten tan cómodos caminando. Y si no quieres ir tan lejos, un buen paseo por Múnich o sus alrededores siempre es una opción.
En otoño, medio Múnich se viste con trajes tradicionales para celebrar la fiesta más grande de todas: Oktoberfest. Y aunque en algún momento la Wiesn pueda parecer repetitiva, basta ponerse el dirndl o la lederhose y encaminarse hacia la Festwiese para volver a enamorarse. Si te agobia el bullicio del Oktoberfest, puedes visitar la Wirtshaus-Wiesn – una versión más tranquila del festival, con música en vivo y jarras de cerveza, repartida por toda la ciudad. Otro de los grandes atractivos en otoño es la Kirchweihdult (feria): aunque la Auer Dult se celebra tres veces al año, es en otoño cuando el carrusel, el mercado de cerámica y el acogedor biergarten parecen cobrar vida entre las hojas doradas y los últimos rayos del sol.
Y con esto llegamos al último punto: la visita al biergarten. Si la primera cerveza al aire libre en primavera es un rito, el último día en el biergarten es una despedida que los muniqueses celebran como se merece. No importa si la última jarra se disfruta en la Kirchweihdult, en la Wiesn o en tu biergarten favorito: lo importante es saborear ese último brindis. Si buscas más sugerencias sobre los mejores biergärten en Múnich y sus alrededores, este es el lugar ideal. Nada como una tarde de otoño en la Waldwirtschaft seguida de un paseo por el puente de Großhesselohe.