Múnich vive el verano con pasión, algo fácil de entender al pensar en sus numerosos lagos, biergärten y escapadas a los Alpes. ¡Doce planes imprescindibles para disfrutar del verano!
Múnich deslumbra en todas las épocas, pero en verano tiene un encanto único: la mañana comienza explorando el tranquilo centro antes de que llegue el calor, después, un chapuzón en el frío Isar, y por la noche, un aperitivo al atardecer. Por fin ha llegado esa época del año en la que uno quiere ser el último en marcharse del biergarten, dejarse llevar por el Eisbach y recorrer en bicicleta la verde ribera del Isar. ¡Por fin, verano!
En verano, Múnich no solo se tiñe de un verde exuberante, sino también de un intenso azul: por todas partes brillan los lagos y las piscinas al aire libre, mientras el Isar (río) atraviesa la ciudad como un gigantesco parque acuático. Los tramos favoritos para bañarse están entre Reichenbachbrücke y Flaucher. En el pintoresco Naturbad Maria Einsiedel (piscina natural), ubicado en Thalkirchen, al sur de Múnich, fluye un pequeño canal del Isar. Otros favoritos que nunca faltan en las listas son el Schyrenbad, el Prinzregentenbad y el Ungererbad. Para los amantes de la naturaleza, Múnich ofrece una amplia variedad de lagos, como el Langwieder Seenplatte, el Riemer See o la Dreiseenplatte, con sus lagos Feldmochinger, Lerchenauer y Fasaneriesee. Otra experiencia única que solo encontrarás en Múnich: en los días más calurosos, puedes dejarte llevar por la corriente del Eisbach desde el Englischer Garten (Jardín Inglés) hasta el puente Tivoli y luego tomar el tranvía de vuelta a tu toalla.
Tan pronto como los biergärten abren y el sol calienta, puedes disfrutar relajándote con una radler y una bretzel con obatzda, el típico queso untado bávaro. La temporada de jardines de cerveza suele ir de marzo a octubre, pero los momentos más mágicos son esas cálidas noches de verano en las que no necesitas chaqueta y te quedarías sentado eternamente. Cuando devuelves tu jarra vacía entre cadenas de luces y castaños, y pedaleas de vuelta a casa, sabes que: ¡esto es el verano en su máxima expresión!
En cuanto el calor aprieta, el agua se convierte en un imán, pero el casco antiguo de Múnich alcanza su máxima belleza en los días realmente calurosos. Con las marquesinas sombreadas del Viktualienmarkt (mercado) y las mesitas al sol frente al Bar Centrale, Múnich tiene un aire inconfundiblemente italiano. En el entorno de la plaza Max-Joseph-Platz la influencia italiana se siente aún más, ya que Leo von Klenze la concibió siguiendo el modelo de la icónica Piazza del Campidoglio de Roma. A la vuelta de la esquina, la Theatinerkirche destaca como la primera iglesia barroca tardía al norte de los Alpes, mientras que la Feldherrnhalle evoca la Loggia dei Lanzi de Florencia. Consejo: pasear por el casco antiguo y terminar el día con un helado italiano junto a la soleada fachada de la Residenz (palacio).
La Eisbachwelle (ola continua del Eisbach), junto a la Haus der Kunst, se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años y ahora es uno de los principales atractivos de Múnich. Todo el año, el puente se convierte en el palco perfecto para quienes quieren ver a los maestros del surf en acción. Si quieres aprender a surfear, lo mejor es empezar en la E2, la ola más pequeña del Eisbach, situada más al fondo del Englischer Garten, o en la ola de Floßlände en Thalkirchen, donde, por cierto, nació el surf fluvial en los años 70. Nuestra autora se animó a probarlo y su conclusión es clara: en el río, el surf resulta algo más sencillo para los principiantes, porque arrancas directamente de pie.
Más allá de los helados y la lectura, el verano es para relajarse tumbado – solo necesitas una buena manta de picnic y, por supuesto, el césped. Afortunadamente, en Múnich abundan los parques y jardines: si viajas por el norte de la ciudad, el Olympiapark (parque olímpico) o la parte norte del Englischer Garten son lugares especialmente recomendables. Más abajo, a la altura del Chinesischer Turm (Torre China), hay más ambiente, y por unos pocos euros puedes disfrutar de una deliciosa merienda en el biergarten o en el Milchhäusl. En el sur, los lugareños prefieren los prados cerca del Isar o las más discretas orillas del río. ¡El Rosengarten (jardín de rosas) vecino también es muy recomendable! Al oeste se encuentra el Westpark (parque) con el Café Gans am Wasser y el Bavariapark (parque). Y si te encuentras por el casco antiguo, puedes encontrar un rincón de paz en las Maximiliansanlagen.
En Múnich, los mercadillos se celebran, por supuesto, durante todo el año. Algunos ejemplos son el de la pista de carreras de caballos de Múnich-Daglfing o el mercadillo de Riem. Si te gusta salir por la noche, puedes pasear entre foodtrucks y música en vivo en el Midnightbazar o por otros mercadillos similares. También son muy típicos del verano y especialmente singulares los mercadillos en los patios, que se distribuyen por toda la ciudad. Desde Sendling hasta Schwabing, cada barrio se convierte en anfitrión en su turno. Los aficionados a los mercadillos no solo descubren hermosos patios y calles especiales, sino que quizás también encuentren algún que otro tesoro.
Múnich es la ciudad ideal para desplazarse en bicicleta: no solo se puede llegar rápidamente a los lugares más importantes del centro, sino que también muchos destinos en los alrededores son fácilmente accesibles, como el lago Starnberg. Si te diriges al sur por el Isar, pasarás por el Tierpark Hellabrunn (zoológico), el Flaucher (sección del Isar), el puente de Großhesselohe, y podrás pedalear hasta Pullach. Si prefieres quedarte en la ciudad, te recomendamos una de nuestras rutas ciclistas de disfrute: por el Isar, atravesando el Englischer Garten, visitando los lugares más emblemáticos de Múnich o una ruta panorámica de 20 kilómetros. También te puede interesar: con motivo del 50º aniversario de los Juegos Olímpicos de Verano de 1972, nuestra autora recorrió todos los lugares de las competiciones en bici. ¡Aquí puedes unirte a la ruta olímpica! Aquí tienes toda la información sobre cómo alquilar una bicicleta, todo de forma clara y rápida.
Lo bonito del verano: ¡te despiertas temprano sin necesidad de despertador! Es una buena oportunidad para recorrer la ciudad desierta antes de que el calor empiece a apretar a mediodía. El mejor lugar para ver el amanecer es desde el Olympiaberg, la Bavaria o el Monopteros en el Englischer Garten. Después, ¿por qué no ir a tomar un café al casco antiguo? Un buen sitio es, por ejemplo el Karnoll's en el Viktualienmarkt. Allí sirven café y pretzel a partir de las 5:30. Por la mañana temprano, se puede correr maravillosamente a lo largo del Isar, y las familias pueden explorar el Tierpark Hellabrunn a partir de las 9. Si quieres disfrutar del panorama de la ciudad puedes subir al Olympiaturm o al Alter Peter (torres) asimismo partir de las 9. Nuestra autora se levantó temprano para hacer un safari por el parque del Schloss Nymphenburg, donde, con un poco de suerte, se pueden ver ciervos, castores, martinetes y búhos.
Tomarse una bebida fresca en una terraza soleada es tan típico del verano como las gafas de sol y la bicicleta. En la terraza de la Goldene Bar en la Haus der Kunst (Casa de Cultura) se puede disfrutar del sol durante horas, y quienes busquen tranquilidad se sentirán a gusto entre bebidas, aperitivos y plantas en el Dachgarten (Bar en la azotea) del Gasteig. Si quieres disfrutar de vistas aún más altas, reserva en alguna de las preciosas terrazas en la azotea, como las del Hotel Bayerischer Hof o del Hotel Deutsche Eiche. En Múnich, la cultura del aperitivo se vive tan intensamente como en Italia, ¡así que en verano no falta un Spritz en cada esquina!
Un bonito día de verano es ideal para descubrir las pequeñas boutiques de tu propio barrio. Como la conocida marca WE.RE de Múnich, donde las dos diseñadoras diseñan y confeccionan sus colecciones en su taller en el barrio de Glockenbach. A pocas calles de allí, la propietaria Stephanie Zürn vende ropa de primera y segunda mano en un ambiente elegante. En A Kind of Guise, en el barrio de Maxvorstadt, ofrecen ropa de hombre y mujer de alta calidad, confeccionada en Alemania. En el HIER Store de Haidhausen, Stephanie Kahnau no solo vende su propia moda, sino también muchas otras cosas geniales de marcas locales de Múnich. Si buscas más direcciones de tiendas independientes, la app Findeling es una excelente opción.
Hay mucho por descubrir en el verano de Múnich, ¡y no siempre hay tiempo para pasar horas en un restaurante! Sobre todo al mediodía, con el calor, a veces basta con algo rápido de un puesto callejero o foodtruck. Desde la típica “Fischsemmel” (bocadillo de pescado) en el mercado de la Wiener Platz, hasta el fast food bávaro de Bazis Schlemmerkucherl y las exquisiteces georgianas y griegas de Royal Healthy Slices en Hohenzollernplatz. En el casco antiguo también econtrarás muchos locales de comida para llevar, desde la “Schweinsbratensemmel” (bocadillo de cerdo asado) hasta el sándwich vegetariano. Y junto al foodblogger Fernando Gonzales, de la cuenta de Instagram @aufdiefaust, estuvimos explorando la Landwehrstraße.
Caminar en primavera, hacer rutas de senderismo en otoño y esquiar en invierno – el entorno de Múnich tiene actividades para disfrutar durante todo el año. El verano es, por supuesto, la época perfecta para explorar los lagos más bonitos: el Walchensee, con sus aguas turquesa, te transporta al Caribe, el Wörthsee es uno de los lagos más cálidos de Baviera, y el Fünfseenland te ofrece acceso a los lagos más populares de Múnich, como el Ammersee y el lago Starnberg. Si te apetece hacer turismo y bañarte, visita el Schloss Herrenchiemsee (castillo) por la mañana y, después, lánzate al Chiemsee. El verano también es perfecto para hacer senderismo. Esta guía de rutas con lagos ofrece recomendaciones sobre dónde darse un buen baño después de una caminata. Y si te gustan los deportes, desde Bad Tölz puedes hacer un descenso en canoa por el Isar.